En 1950, Octavio Paz escribió: Más que el brillo de la victoria nos conmueve la entereza ante la adversidad.
Hace días, Molino escribió -en referencia a una traición, disfrazada de infortunio-: Vale más una persona por reconocer un fracaso, que por ganar cinco pichichis, para mi, eso queda muy claro.
Siéntanse obligados a leerlo y a construirle un altar, respectivamente.
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