Todos son idiotas.

Las mujeres son idiotas.
Los hombres son idiotas (para que las idiotas no se sientan aludidas de manera dolosa)
Los niños son idiotas.
Los viejos.
Los presidentes.
Los estudiantes.
Las amas de casa.
Los licenciados.
Los putos.
Las putas.
Mi papa.
El de alguien más.
Todos los papas.
Las mamas también.
Mis jefes (del trabajo)
Sus hijos.
Mis amigos son idiotas.
Sus amigos.
Los taqueros.
La gente con prisa.
Los peatones.
Los conductores.
Tú eres un(a) idiota.
Yo soy un idiota.
El que escribe conmigo en este blog también (jaja).
El ser humano es idiota (tal vez por naturaleza).
Pero eso no lo justifica.
Pinche raza de idiotas.
Solo nosotros tenemos capacidad y potencial ilimitados.
Y solo nosotros somos capaces de cometer las atrocidades y las idioteces más grandes en la historia de este planeta.
No vale ni la pena mencionar ejemplos de dichas idioteces.
Solo alguien aun más idiota fue capaz de dejar a cargo a este puñado de idiotas.
Tan idiotas como para acabar unos con otros, y con el lugar donde habitamos.

Idiotas con capacidad de redención.
Idiotas con la oportunidad de corregirlo todo, con la capacidad.
Idiotas al fin y al cabo.

¡IDIOTAS!