Comefuegos

Durante estos últimos dos meses vi, otra vez, Rescue Me. Las siete temporadas completas. En el penúltimo capítulo, los miembros de Ladder 62 están atrapados en un edificio en llamas, la muerte cerca. Inminente. El bombero "Black Shawn" deja de reanimar a un niño que acaba de rescatar. Cuando su compañero Franco Rivera lo ve, le grita: "Shawn..., we don't quit!". Reinicia la reanimación. En más de un sentido, de eso va la serie. 

Más o menos, así son.

Este fin de semana, el demencial, Spa-Francochamps

Lugar común

Me gusta el personaje que hace Demian Bichir en la serie gringa 'The Bridge'. Es como una caricatura (o más bien un boceto) del mexicano común: Tiene buen corazón, buenas intenciones, quiere hacer lo correcto, pero su naturaleza lo traiciona, ha visto demasiado como para creer que todo se reduce solo a "bueno o malo", y de ahí el eterno estira y afloja; ya hemos estado ahí.
Eventualmente la va a terminar cagando por lo mismo, alguien va a salir lastimado (el o alguien más) por consecuencia. Pena y arrepentimiento por venir.
Así se nos ha venido programando por generaciones, secretamente creyendo que regarla está bien, mientras haya arrepentimiento o conato de redención, en vez de simplemente tratar de evitarlo, de prevenir.