miércoles, 29 de agosto de 2012

martes, 21 de agosto de 2012

viernes, 17 de agosto de 2012

Digitalism

Will Self, que pusiera nervioso a Damon Albarn cuando éste lo vio entre el público durante uno de los primeros conciertos de la reunión de Blur, escribió este ensayo digital. No sé qué me entusiasma más: si lo chingón del diseño que da cabida al texto, videos, audio, etc. o, que es un texto que habla de Kafka  a partir de la herida del paciente en su cuento "Un médico rural". Igual es la armonía entre ambos lo que me gusta tanto: lo verga que pensaron el proyecto. Y mientras tanto, ay, que si el ebook, que si las aplicaciones de Blanco y Muerte sin fin para iPad, que si el blog y la minificción del twitter...

Pasos

Hoy más que nunca resultaría importantísimo que caminar recuperara el protagonismo e importancia que ha perdido década a década. Que la gente dejara de juzgar locos a quienes por decisión optan por transportarse a pie. 
Esa actitud no es más que un síntoma de lo mucho que se ha perdido el camino.

"Quienes caminan perciben el mundo de otro modo". –Juan Villoro

miércoles, 15 de agosto de 2012

La máquina literaria

He pasado la mañana escuchando la escritura de Borges como si fuera una canción -como yo escucho canciones: de forma obsesiva, repitiéndolas una y otra vez, regresando a las partes que me estremecen; como cuando pronuncia "Stevenson".  No sé si en su voz se subordinó la idea a la palabra o aquélla le exigió ponerse a su altura. De cualquier modo es algo que sólo puede contestar Borges. Aunque no sé si el otro o al que le ocurren las cosas.

lunes, 13 de agosto de 2012

La charlatanería disfrazada de fórmula

Acá, en Folio, dice Ariel Rojo: "A+B=D es un proyecto que busca desarrollar productos funcionales que puedan ser llevados al mercado tanto nacional como internacional. La metodología del taller parte de una formula muy sencilla A+B=D. En donde “A” puede ser un elemento cultural, una referencia contextual o una historia, mientras que “B” es simplemente un objeto, es decir, una silla, un anillo, una taza, una lámpara, etcétera… Incorporar estos atributos o referencias culturales o contextuales al objeto dan sentido al nuevo diseño, en este caso representado como “D”.

Por más interesante o productiva que considere a su técnica de bricolaje, hay que tener una vasta dosis de necedad  para continuar en la misma línea de diseño que hace ya unos años dejó de ser cagadita -por no hablar de su esterilidad e intrascendencia. Mientras Ariel Rojo la sigue explotando, con la mecánica de la estafa, Paola Antonelli propone mejor "quemar todas las sillas". Es decir, quemar todos los intentos de producir, irreflexivamente, un objeto más. Propone diseñar otras cosas que aunque no sepamos aún cuál pudiera ser su aplicación en la sociedad, aun así se proyecten. El sentido existencial del diseño es la innovación, no la fabricación, impune y a destajo, de baratijas. ¿Qué más innovador en estos tiempos que diseñar para una inmaterialdiad?  Porque la actividad proyectual, inevitable e irreversiblemente, está mutando, se está replanteando en función de una excesiva producción ya ni siquiera de productos, sino de ocurrenciasAriel Rojo y la concepción de diseño a la que se adscribe es una atrofia, un miembro inútil en esa mutación.



sábado, 11 de agosto de 2012

viernes, 10 de agosto de 2012

No pocas veces me ha preocupado si no estaría yo, decían The Libertines, "living in the ruins of a castle built on sand".  Fabio Morábito responde que eso no es lo importante, pues rodearse de ellas: "Al fin y al cabo éste es el verdadero sentido de las ruinas: no devolvernos al pasado sino salvarnos de él".

lunes, 6 de agosto de 2012

Fobia no se crea ni se destruye, solo se transforma...

sábado, 4 de agosto de 2012

Yo pienso que está de la verga que Murakami tenga una entrevista con The Paris Review y Vila-Matas, no. Porque además, Javier Marías sí tiene una.

viernes, 3 de agosto de 2012

Ay, la alta cultura

Ayer, menos por interés que por inercia, entré a "Un lugar de la mancha" que está sobre Prado Norte. Al poco rato entró una señora que pidió, en un tono que sin duda ella consideraba afable mientras que el librero -vigilándome- y yo percibimos  altanero, un libro sobre la historia de la Fórmula 1. Así de posible, así de ambiguo. Pasó la vista por la mesa de novedades y preguntó, a los gritos, si no había algo nuevo de Paulo Cohelo. El empleado dejó de suponerme el único fardero de los tres y fue a buscar aquel libro sobre la historia de la Fórmula 1. Recordé el "Diario de un librero" de Luis Mey, publicado en Orsai, donde da cuenta de la diversa tipología de lectores que le ha tocado sufrir en la librería donde trabaja y las formas, tan obcecadas como pretenciosas, con las que le piden algún título. Alguien, por ejemplo, un día le pregunta: "Flaco, ¿tenés la novela con la que Borges ganó el Nobel?"