lunes, 28 de febrero de 2011

Al grito (editado).

A diario desde lo alto de la colina puedo ver el fondo del valle. El valle de México, y tras aquella vista aún se alza el bosque de los remedios, por encima de las azoteas de las casas, de los cables, y de los postes luz. Sin esforzarse tanto todavía evoca aquello que fue.
La geografía no miente; la calle 'Colina de las Termas' fue en verdad una vez una colina –aun lo es– sin pavimento, sin cimientos cubriendo el pasto y tierra.
Lomas Verdes alguna vez fueron nada mas que unas lomas verdes, con el bosque de los remedios al fondo, que en parte lo sigue siendo, aunque disminuido.
Siendo una ciudad –ya– dentro de la ciudad, al margen todavía nos mantenemos, rodeados por el manto del valle de México, que por más ciudad que se vuelva, en esencia nunca dejara de serlo, la geografía no miente.
Nos protege; ya no por mucho, como nuestra madre tratará de hacerlo, por cuanto tiempo le sea posible, más no por siempre. Y se acerca el momento en que el tiempo nos ha de alcanzar, y habremos de cubrirnos de sangre, para –intentar– proteger a los nuestros, a nuestros hijos, como nuestra madre una vez lo hizo.
Hoy creo entenderlo mejor, no se que es, pero lo entiendo mejor.

domingo, 27 de febrero de 2011

Mi caballo se ha quedado sin estrellas


Mi caballo se ha quedado sin estrellas. En la noche ya no levanta la cabeza para leer el firmamento, ni tampoco corre libremente sin temer el desfiladero. Por primera vez ha sentido el vacío que otorga la tinta a los olvidados, y galopa con el hocico babeante por la enramada. Mi caballo ya no relincha como antes, el amor le ha carcomido la mente y los nervios. Su pelaje vuela contra el viento mientras pasta bajo el sol o camina entre la niebla de la ciudad, y espera y espera el regreso del gran fuego para que lentamente lo depure.


Miguel Ángel Zapata, de Los muslos sobre la grama.

sábado, 26 de febrero de 2011

Existe en el catalogo de gestos de la gente –lo he visto en chicas por lo general– uno en particular; donde la linea entre el dolor y el placer es tan delgada, que por un instante no se alcanza a saber bien a bien cual de los dos significa. Tal vez es ambos.

jueves, 24 de febrero de 2011

El peso de la responsabilidad.

Cuando Christian Bale fue elegido para interpretar el papel de Bruce Wayne, venía de hacer 'The Machinist', pelicula para la cual se decidió a bajar de peso hasta quedar casi en los huesos para interpretar su personaje (casi 55 kg. pesaba al final del rodaje). Entonces para el nuevo proyecto debía recuperar unos 45 kg. en un plazo de seis meses mas o menos para lograr ajustar a la complexión del caballero oscuro.
"Después de ganar peso de nuevo, al tratar de empezar a ejercitar me resulto imposible hacer una sola lagartija el primer día, todo el músculo se había ido, fue una pesadilla conseguir recuperar todo aquello de nuevo". Algo así declaraba en alguna ocasión Bale, obviamente lo consiguió, hasta se paso y tuvo que bajar un poco más antes de empezar a filmar.

Todo lo anterior y mas información se puede encontrar en su apartado de la wikipedia por supuesto. La cosa, lo que admiro mucho y a la vez me impresiona es la dedicación que imprime a todo aquello que hace, tanta es la misma que arriesga literalmente su integridad física en ocasiones como aquella que se cuenta para lograr su objetivo, y dudo mucho que sea para demostrarle algo a alguien, ni siquiera a el mismo.
Me da la impresión de que lo único que intenta es efectuar su labor, que es la actuación, de la mejor forma posible, es su profesión, es bueno en ella, le apasiona, y eso se refleja en la pantalla, a pesar de que en su cotidianidad le resulte adverso, a pesar de que vive al borde de que esta misma pasión termine por destruirlo, así de comprometido se me hace.

Así muchos, en muchas distintas profesiones, solo me centro en el hoy día por la simple razón de que acabo de ver 'The Fighter' apenas ayer.
Va ganar esa estatuilla, y no porque eso signifique algo, simplemente dudo que alguien en su categoría la merezca mas que el, y al y al cabo ya esta nominado.

Dice también en la entrada de wikipedia que en la gira de entrevistas promocionales de 'Batman Comienza' hablaba con acento Estadounidense (el es de origén Británico) para evitar confusiones. Así de comprometido.
Omar Rodríguez López lo entiende a la perfección. De alguna forma nos hicimos a la idea –los humanos– de que somos dueños de "las cosas", incluso en circunstancias que no tienen que ver con un plano físico. Aún así nuestra idea de pertenencia siempre esta relacionada con una sensación de "tangibilidad", tenemos que verlo, que tocarlo, para entonces sentirlo "real". Irónicamente materia intangible como las ideas, los sentimientos, o el alma, son "cosas" que creemos nos pertenecen.

Musicalmente; una canción, estructuralmente es generada por objetos "reales", los instrumentos, los que producen sonidos, los cuales somos capaces de "capturar" mediante aparatos y procesos, ya sea para poseerlos mediante algún formato físico o un archivo, ambas opciones "físicamente" posibles. Más la melodía que escuchas, aquello que entra por tus oídos y registra el cerebro simplemente es, está, existe, al igual que el sentimiento que te genera eso que percibes. No responde a nada ni nadie posterior a su creación más que a si misma, se vuelve independiente, incluso de su creador que no resulta ser mas que un medio para que una
idea que siempre ha existido florezca y se transforme en cualquier tipo de creación artística por ejemplo, llamese poema, pintura, estencil, etcétera.

Resulta normal –creo– sentir que una idea nos pertenece, como un hijo a su madre, a pesar de convertirse un individuo libre e independiente el sentimiento de pertenencia persiste. El lazo que nos une a una creación se interpreta así de fuerte. Esta idea que alimentamos y vimos crecer y madurar para resultar en algo que nos enorgullecera de mantenerse honesta, como no sentir que es nuestra, mas resulta inocente creer que importa más un autor que su obra. Como bien decía Omar hace unos momento en platica radiofónica: "La música existirá igual, ya sea yo o alguien más que tenga la capacidad de interpretar el mensaje o idea lo terminara haciendo". Algo similar explica Jeff Tweedy en el documental/concierto 'Ashes of American Flags': Uno teoriza alrededor de cosas (inútiles al final), como de donde partió cierta idea en la mente del autor, su bagaje y las referencias de donde fueron creadas ciertas piezas; lo conceptualizamos, y le damos vueltas y vueltas hasta sobre analizarlo, y al final todo aquello no es más que mamadas; cosas que uno se vende como relevantes (que tal vez sirven para entender mejor y contextualizar, pero hasta ahí) cuando al final todo se reduce a momentos, a aquello que sentiste al escuchar tal canción en esa fracción especifica del tiempo y del espacio, y eso resulta irrepetible. El pedo es que vivimos queriendo regresar a momentos que nos resultaron importantes, pero momentos que al fin y al cabo ya pasaron, cuando deberíamos enfocarnos en generar un nuevo momento de brutalidad y emoción pura e integra, porque así han de ser todos, efímeros.

Uno hace, por la necesidad de hacer, más no por obligación, sin importar realmente a quien va dirigido, eso vendrá después por simple inercia, una creación honesta y libre habrá de encontrar buen puerto, alguien recibirá el mensaje, ya sea uno, o sean cien, me gusta esa idea de libertad.

martes, 22 de febrero de 2011

Esverdadia.


Truth is the most valuable thing we have. Let us economize it.

Mark Twain.

lunes, 21 de febrero de 2011

El extraño caso de Bizcayart y RLS

Ver la semana pasada un partido del Barcelona en televisión fue relajante, tranquilizador y lleno de paz. (El partido por el contrario, fue un cúmulo de estrés, el alfiler de la angustia, milímetro a milímetro penetrando uno de mis ojos, mientras impávido y atado por la desesperación veía como Messi jugaba su peor partido y el Barça era derrotado -digan lo que digan, se publique lo que se publique, etc.- sólo por el Barcelona.) Verlo en televisión me aseguraba que no se fuera a caer el link que lo transmitía en mi ordenador, que no tuviera que sufrir un chiste gallego disfrazado de narración española de fútbol, que el severo retraso mental de mi ordenador inoportunamente se manifestara para relentizar el fútbol del Barcelona, al grado de que jugara a la velocidad del Tri, etc.
Pero todo tiene su precio, y el que tuve que pagar por esa seguridad de la transmisión fue altísimo: sufrir la imbecilidad de Christian Martinoli y, la limitada capacidad para transmitir sus análisis -y creo también limitados los mismos- de Luis García. Ver partidos del Barcelona en internet, me ha abierto las puertas a narraciones y análisis sudamericanos, inteligentes, irónicos, llenos de humor, y sobre todo respetuosas con quien más sabe de fútbol: el aficionado. ¿Cómo? Narrándole como si se tratara de una disertación filosófica sobre moral; o una exposición de cómo es el espín en una partícula sub atómica. Prefiero que me narre los partidos Fernando Palomo; que los analice Eduardo Bizcayart, que el par de idiotas que he mencionado.

Todo esto porque Bizcayart, decía para comenzar su análisis del Barcelona el día del 5-0 al Betis: "no se es crack porque tu rival no sepa qué es lo que harás para vencerlo; se se crack porque a pesar de que sabe qué y cómo harás para vencerlo, no lo podrá evitar..."

Pensaba en esto hoy que durante el día, leí de cabo a rabo como se dice, Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde. Pero en español :(. Y aunque es re contra sabido de qué trata el libro, no puedes no sorprenderte cuando lo lees. Es imposible aun sabiendo la historia, o el argumento, no quedar boquiabierto en su lectura, como si jamás hubieras sabido de ella, o él. Así de grande es la maestría de Robert Louis Stevenson. Es un libro que hoy, des alineó mi manera de entenderme, y de entender lo que está fuera de mí. Es como si lo que a Freud le tomo varios libros, estuviera desde antes en ese centenar de hojas de Stevenson. El último apartado del libro titulado "Declaración completa de Henry Jekyll sobre el caso", según yo es un ensayo.
Es crack Robert Louis Stevenson, en la acepción de Bizcayart: sabes de qué va el libro y cómo sucederá todo, pero no podrás evitar ser sorprendido y modificado por él.




domingo, 20 de febrero de 2011

Ficción.

Modificaciones

Al norte de la ciudad hay otra Cd. que describe una órbita oblicua alrededor del chauvinista D.F. como un Satélite. Ésa Ciudad de una geografía más conceptual que cartográfica tenía, muy cerca de la cima de una de sus lomas -metafóricamente- verdes, un karaoke sobre un segundo piso.
Era predecible e inofensivo el karaoke; y también barato, casi gratuito. Ibamos con la regularidad del periodo menstrual y cantábamos hasta bajas horas de la noche; hasta que el viejo o uno de sus hijos llevaban la ligera cuenta, nunca más allá de las dos de la mañana. Sé qué canciones cantamos cada una de las veces, pero más tiernamente recuerdo hoy, Tender una noche en que habían roto sus límites oníricos los dueños, para dejarnos cantar llenos de alcohol y con sonrisas que sólo puede poner la complicidad, el infinito "oh my baby, oh my baby, oh why, oh my".
Solo, miro proyectado en la pantalla de un cine el documental de Blur, No Distance Left to Run. Alex James a cuadro dice: "something changed during Tender... forever."

jueves, 17 de febrero de 2011

Aprendizaje lampiño.

En esta entrada Gatopardo - Blog - Contra la motivación, Rodrigo Márquez Tizano dice algo similar a lo que dice Fabían Casas en el poema de abajo (y que está en la revista Metrópolis número 31). Ambos con la misma cantidad de poesía.

HACE ALGÚN TIEMPO

Hace algún tiempo
fuimos todas las películas de amor mundiales
todos los árboles del infierno.
Viajábamos en trenes que unían nuestros cuerpos
a la velocidad del deseo.

Como siempre, la lluvia caía en todas partes.

Hoy nos encontramos en la calle.
Ella estaba con su marido y su hijo;
éramos el gran anacronismo del amor,
la parte pendiente de un montaje absurdo.
Parece una ley: todo lo que se pudre forma una familia.

Una vez, vía mail, alguien me preguntaba por qué me gustaba tanto la obra de Pedro Reyes; se desgarraba las medias por saber cuál podría ser la razón que me hacía mamarlo excesivamente. La respuesta era -y es aún- bicéfala: el tándem que hacen la jamás recóndita y bella plástica en toda sus obras sin importar la técnica, y, ese afán por saber lo más que sea posible, acerca de todo, simplemente por el hecho de saberlo.
Luigi Amara hace exactamente lo mismo. (Y también lo mamo.)
Y siempre que he hablado con los dos, esa actitud o más bien postura del saber por el saber, la percibo tan sólida como el tacto puede, y me es tan sugestiva como los perfumes sobre la memoria. Después de atestiguarla, termino sintiéndome como un estúpido, pero no por no saber, sino por haber querido aplicar algo que sé, en algo práctico o fáctico.
Afortunadamente ya no entiendo así al conocimiento: quizá tiene que ver con que, aunque no tengo pero para nada la barba como ninguno de los dos mencionados, sí me ha salido desde hace poco, un poquito -muy poquito- más.

miércoles, 16 de febrero de 2011

"Canciones de protesta, en respuesta a la agresión militar..."

–Against Me!

R9

Yo, el primer recuerdo que tengo acerca de Ronaldo es precisamente aquel gol contra Compostela del '96. Tal vez no sea la primera vez que supe de el, o lo vi jugar, pero es mi primera imagen sobre el.
De ahí ha de partir un periodo muy marcado de mi vida: aquel donde no hacía más que jugar fútbol.
Por dos o tres años, tardes y fines de semana eran dedicados enteramente a "cascarear". Después de la secundaría, con Rodrigo y Juan Carlos y Toño casi siempre, no hacíamos mas que buscar donde chutar. Por periodos cambiábamos de sedes, a veces era el terreno baldío cruzando la glorieta, frente a la casa de "Chupado", otras en la esquina de casa de Toño, otro terreno vacío, un poco mas chico. Mas frecuentemente en las canchas de basquetbol, a la vuelta de la gasolinera de 'Las Margaritas', donde las retas se hacían de tres contra tres, a veces 4. Lo particular ahí era: que para marcar gol había que tocar el poste que sostenía las canastas con un balonazo, así, a cuatro tantos (creo que eran cuatro, no recuerdo bien) el ganador recibía un nuevo contrincante.
Todo a una distancia de 5 o 10 minutos entre si, todo en torno al 'Cuadro', a dos minutos de la escuela, en Santa Mónica, Estado de México. Jugábamos a veces hasta que se hacía de noche y ya no podíamos ver, el alumbrado era el de la calle nada más. Nos recuerdo claramente regresando por la calle de abajo (la cancha conectaba dos calles) para pasar a la tienda a comprar algo para tomar, agotados, contentos. Jugamos con frío, jugamos con calor de medio día, jugamos lloviendo.
Empapados, todo lleno de charcos, nos barríamos sobre el agua patinando distancias de caricatura, ya sin importarnos que tan mojados habríamos de terminar.
Los regulares que recuerdo eran David (iba con nosotros en la escuela, vive a 4 o 5 casas de las canchas) y su carnalito Armando, "El Gordito" y varios vecinos de esos weyes. Un morrito que le decían "El Chayotin", otro mamadin de lentes que no me acuerdo como se llama. "El Solovino" que creo que vivía en la calle –era indigente pues–. "El Mutombo" un negro alto que obvio relacionábamos con el jugador de los Halcones de Atlanta por esos años. A veces caían Junior y Pablo, a veces Israel, que eran más grandes que nosotros, aunque iban en nuestro grado en la secundaria, por reprobar año, por desmadrosos. Por culeros.


Los únicos recuerdos de verdadera victoria y satisfacción que tengo se relacionan con aquello. Nada más que haya hecho en mi vida hasta hoy me ha producido esa sensación de haber cumplido cabalmente con un objetivo como jugando al fútbol.

Aquella vez que contra toda lógica le ganamos a Pablo y Junior en "Las Margaritas", inspirados verdaderamente, Rodrigo, Juan Carlos y yo hicimos la hazaña, estoicos aguantamos patadas y empujones de tipos de casi el doble de nuestra estatura y peso en aquel entonces; pasó, y no olvido el dulce sonido de la pelota estrellándose contra el metal del poste tras un fogonazo soltado casi cayendo por la banda derecha, poco antes de ser fuera. Los echamos, tal vez la única vez.
Vencí en otra ocasión a David "El Embolias", en mano a mano por la izquierda para lograr soltar el punterazo sobre la carrera con su marca todavía encima y anotar, en esa misma sede, otra reta ganada; ni idea de cuantas haya ganado o perdido en total de todas las veces que jugué ahí, eso nunca fue el punto. El tipo –David– hacia pesas a esa edad, aparte era rápido como la chingada, no se ni como le hice.
En "las canchas de Toño" El mencionado gato (Antonio) y yo le ganamos al Hijo (Rodrigo, bien hábil regateando, con mucho talento, su rodilla no lo dejo hacer más) y al Gordo (Juan Carlos, con montón de visión de campo, paciente e inteligente, su peso lo limitaba, pero le permitía gran retención de balón, Edgar una vez lo comparo con "El Pastor" Lozano). Ganamos 20 - 19 aquella vez, chispeando todo el juego. Fue uno de nuestros llamados "Clásicos Juveniles". Ellos Chivas (ambos aficionados del Guadalajara) nosotros América (ambos seguidores de las Águilas). Siempre que jugamos solo los cuatro en aquel el formato, lugar y alineación, se volvía a muerte. Ellos ganaron más ediciones de aquello que nosotros; aún así me acuerdo de esa ocasión en especial.
Años después, en la preparatoria todavía jugué algo, cambiaron la sedes, los contrincantes y compañeros. Varías intensas contiendas. Ricardo (Rich) y Carlos (Chaps) eran los habituales, los cercanos, los más habilidosos, los más pasionales, todo eso nos hacía compartir ese "algo".
La vez que le ganamos a Chaps, Ricardo y yo frente a mi casa, lo bailamos –cosa prácticamente imposible, por tanto irrepetible– ha sido otra de esas noches que no olvidaré, jugamos bien, muy bien, los dos.
Aquellas épicas retas en "El Polvorin", Jugaba el Güero, alguna vez Amílcar, Juan Carlos, Rodrigo, Marco, Iván, hasta Carlo llego a jugar. En una hoja de cuaderno tengo apuntada la "Lista de corcovados" –en vez de convocados, igual no es tan obvia la relación– que Güero y yo hicimos una vez.

Se cruzaban universos, más las diferencia significaban poco, el juego fue siempre un idioma común, y dentro de la cancha todos lo hablamos en algún momento.

Tampoco es que ninguna otra cosa me haya hecho sentir victorioso, o realizado en mi vida, o que otras empresas signifiquen menos, pero... nada como aquello. La satisfacción de saber que hiciste lo necesario, que físicamente, estilisticamente, espiritualmente y mentalmente, aportaste lo mejor de ti, conjuntamente con otros individuos, tus amigos, para conseguir un fin común. Meter más goles.

Fintando un pase me sacudí a un rival en media cancha, recorrí un tramo de parcela para soltar hacia mi izquierda para "El Tribe". Este se quitó a uno, a un par tal vez, avanzando por esa misma banda izquierda, mientras yo acompañaba, haciendo el recorrido en linea recta por el centro aún. Se metió en diagonal hacia la portería, ya muy cerca de la salida de meta, el portero trato de achicar. Güero sacó diagonal poco retrasada sobre su salida, un tanto fuerte, y cerré. Entrando siempre por el centro, de primera, con parte interna para controlar mejor la fuerza del pase. Gol. 1 - 0 en el Polvorín. Todo a velocidad, no más de 10 segundos de que comenzó la jugada a culminar. Perdimos la reta 1 - 2, se juega a 2 tantos ahí.

Aun tras el fracaso, aquel cansancio y dolor que redimen no tienen comparación, nada que haya hecho se ha podido comparar.

¿Y Ronaldo?
El estuvo presente en toda aquella temporada. Siempre fue una efigie de aquello que había que llegar a ser, durante todos esos años. Nunca pensé en ser elegante como Zidane, o efectivo como Romario, quería serlo todo; como la Bestia. Todavía no había Rooneys, ni Messis, ni Cristianos (siempre cristiano, Ronaldo solo hay uno*). El fútbol se se sentía en los músculos de las piernas, en el sudor en los ojos y la sal en la boca, en la relación violenta de amor entre el balón y los zapatos. Dentro del campo (sin ser nunca uno de verdad) solo eso existía, y que feliz fui.

¿Y todo esto?
Con pretexto de la reflexión que mi coligado hace acerca de este símbolo de una era, que ahora llega a su fin, suelto esta idea que me pesa hacía semanas.
La satisfacción del exito conseguido nada tiene que ver con medallas, o premios, o lanas. Si bien para el mundo de nada vale algo conseguido sin el aval de alguna federación o corte profesional, nadie nos habrá de quitar aquello que cargamos con nosotros todo el tiempo, que ira con nosotros bajo tierra al final. Esta idea, la plasmo aquí hoy, con la esperanza que perdure mas, más allá de nuestra carne y nuestra imagen. Que la esencia es lo importante, como la de Ronaldo fuera del campo, esa permanecerá.

martes, 15 de febrero de 2011

Matemáticas (y The Fighter).

Dos brazos míos han de ser uno del Pinocho (el que va a los tubos del Naucalli); tres del Pinocho uno de Rafael Nadal; y cuatro de Nadal, uno de Wahlberg. Mark Wahlberg, cada vez actúa más brutal.
Si algún día relativamente pronto, Nolan decidiera usar para otra película de Batman al Guasón, la única vuelta de tuerca posible a la obra de Heath Ledger, sería hacer lo que en Black Swan: que a los dos cisnes los interprete el mismo actor, y eso sólo lo puede hacer el Christian Bale de The Fighter, sólo el podría interpretar a los dark knights, de Ciudad Gótica.

lunes, 14 de febrero de 2011

Il Fenomeno.

En 1970, en nuestro desdichado, pobre, mezquino, mediocre y mercenario país -futbolísticamente hablando-, se produjeron tres cosas de una relevancia indecible para la historia del fútbol mundial: se transmitió a color la Copa del Mundo. Adidas tuvo la brillante idea de diseñarle a cada Mundial su balón, siendo la primera joya el Telstar. La tercera fue el Brasil de entonces.
Conozco a un aficionado al Corinthians, Doctor en Filosofía y Letras, que sabe tanto de fútbol -en la cancha y fuera de ella: he tenido la fortuna de jugar a su lado, y he sufrido tener que marcarlo- como de las cosas que le valieron su doctorado, y un día me decía que el día que Brasil dejó de producir futbolistas como Rivelino, Tostao, Jairzinho, Gerson, Carlos Alberto y Pelé, Brasil dejó de ser Brasil. Que La Canarinha en algún momento se decidió a jugar más que con talento, con la potencia y la fuerza: Adriano, Rivaldo, Romario, Cafú, Roberto Carlos, Dunga, etc., para recuperar un lugar que por años había perdido.
El Brasil que yo he conocido, siempre ha sido el rival a vencer en toda competencia y en todo momento: quedaron campeones en el primer Mundial que recuerdo completa y nítidamente: USA 1994; el siguiente, contra Francia perdieron la final en Saint-Denis; en el siguiente volvieron a quedar campeones. En un periodo en que se disputaron tres mundiales, ganaron dos y perdieron una final.
Pero no es lo mismo, siempre será mejor ganar una sola Copa del Mundo, como lo hizo la del 70 aquí, que como la del 94, o 2002. Porque mientras las últimas son campeonas, la primera además de serlo es un estándar para el fútbol, es una de sus piedras filosofales.
Tostao durante el Mundial de Sudáfrica, decía que si Brasil algún día quiere volver a ser Brasil (el que él edificó), tenía que clonar a Xavi. Es decir, al futbolista que ha hecho a el Barcelona, El Barcelona; y campeona a su selección. Un futbolista referente, estándar; el futbolista preferido de puristas y románticos, de los que sienten la diferencia entre lo chingón y lo brutal.
Los aficionados somos majaderos e injustos, y solemos quitarle su lugar en la historia a ciertos jugadores a cambio de una nueva putita de tacos morados en piel de tiburón y con los tachones puntiagudos y en corian.
Para mí sólo existe y existirá un Ronaldo. Ronaldo Luís Nazário de Lima. Il Fenomeno, como le bautizaron los nerazurri. Y hoy se retiró. Se retiró un dos veces Balón de Oro, dos veces campeón del Mundo, y máximo goleador en la historia de los Mundiales. No se está retirando David Beckham.
Leo la noticia con melancolía, como si no hubiera cumplido 29 años el sábado, sino hoy, como si con su ausencia del fútbol se ausentara también un tramo de mi vida, y entonces envejeciera.
Y por eso me siento frente al ordenador a ver en el diabólico youtube, una y otra y otra y otra vez, la brutalidad que le hizo al Compostela en 1996, y que no dudo modificó uno que otro patio de secundaria en ese entonces.
Quisiera decirle al Dr. Marcos que me parece que Ronaldo no pertenece a la cepa de jugadores fuertes y potentes que yo he visto pasar desde el 94; y también le diría que intuyo que tampoco pertenece a la de los dotados del 70. Contemplando aquel gol con el Barcelona, y aquella jugada que hace con el Inter sobre la banda, pegadito a la línea, pisando el balón y punteándolo para llevarse a dos jugadores, a Ronaldo lo entiendo como el único puente entre esas dos generaciones, comprendo que en él habitó siempre, lo mejor de las dos, haciéndolo otro de nuestros futbolistas estándar.
Y un jugador referente de una época de mi vida, que jamás volverá.

sábado, 12 de febrero de 2011

Ojos (visión) claros, corazones llenos. Nunca perderán.

Fue emitido por 'The 101 Network' de DirecTV este miércoles pasado el ultimo capitulo de la serie estadounidense Friday Night Lights. Me imagino que a muchos "puristas" de la televisión a la cinematografía, o lo que sea, debe interesarles poco una serie de deportes, una serie de futbol americano. A mi no debería llamarme la atención, en teoría. Si bien no me desagrada el mencionado deporte tampoco me entusiasma... Salvo en películas. Muchas veces lo he comentado, el como me han emocionado cintas como: Remember the Titans, Any Given Sunday, Invincible con Marky Mark; hasta The Longest Yard, y la misma Friday Night Lights de Peter Berg, de donde nació la serie televisiva.
Mi "telenovela de tocho" como yo la llamaba era justo eso, bien podía ser reducida a eso. Clásico formato de drama donde las vidas de los habitantes de Dillon Texas se entrelazaban y desarrollaban en conflicto, al rededor del equipo de futbol del pueblo (pueblo del demonio) y su recién llegado nuevo "coach", Eric Taylor, interpretado por Kyle Chandler, que bien merece una mención aparte. Pero fue mas que eso.
Nada dentro de la obviedad y aparente simpleza en la trama hacia sospechar lo que en el fondo se escondía, precisamente eso, un fondo. La complejidad en los personajes, la familiaridad con que uno se termina identificando con mas de uno de ellos, y su desarrollo hacen imposible no conectar (claro, no todos lo harán), como los mismo protagonistas bien apuntan, no son evidentes, no caen en el simple cliché, van más allá, pero sobre todo, son honestos, se sienten honestos, y ahí estriba la gran conexión que uno genera con ellos, con las panteras de Dillon, más tarde con los leones. Uno desea verlos ganar, en el partido y en la vida de ficción que llevan, pero esta como la real, es injusta, y pocas veces uno los ve salirse con la suya, aún así continúan, con las fuerzas que todavía poseen. En un tono, sí, dramático, mas nunca sensiblero.
Nunca me ha angustiado tanto un partido de los Delfines de Miami (equipo al que supuestamente le voy, o iba de niño), nunca como muchos de los presenciados a lo largo de la serie, precisamente porque lo que importa no es el deporte en si, sino los lazos que forma el mismo entre los involucrados, con uno, es cosa de hermandad, no de ganar partidos.


Nunca he visto a nadie desarrollar y vivir un personaje tan honesto como lo ha hecho Kyle Chandler, si no supiera que es Neoyorquino juraría que ha vivido toda su vida en Texas. Juraría que entrena tocho, que lleva más de 20 años de casado con Tami Taylor, y que es el mejor entrenador de todos los tiempos.

Si bien la serie va a cambiar vidas literalmente, si termina siendo de esas cosas que siempre recordaras, y que marcara un momento de tu existencia.
A ellos, a los involucrados, seguro si los ha hecho personas distintas, antes y después.

Ojala así fueran las telenovelas, las de aqui. Nada tiene que ver con el lenguaje, o las temáticas; o la mercadotecnia o los nombres. Argos, y las producciones del Once (Televisa y TV Azteca ya ni vela tienen ya en el entierro) aprenderían montones de una serie como la que acaba de concluir. Los mejores guiones, los mejores argumentos, y los mejores actores, son los que son honestos, punto.

viernes, 11 de febrero de 2011

Romántico.

Su inteligencia, ética, plástica y filosofía son incuestionables en la cancha. A veces cuando tiene la oportunidad, demuestra -si cabía duda- que opera también fuera de ella. Dice Xavi, en ésta entrevista en The Guardian: Me? I'm a romantic.
Y sí que lo es, el mejor jugador español de todos los tiempos.






jueves, 10 de febrero de 2011

Paseantes (versión de la nada).

"Seguir el desparpajo
con que avanza aquel perro.

(El sentido canino
del camino.)"

–Luigi Amara, A pie.


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"Pie detrás de pie,
no hay otra manera de caminar."


–Jorge Drexler, 12 Segundos de Oscuridad.

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Uno (Jorge) en ese fragmento del punto mas alto de su obra (una canción) con simpleza y elegancia remarca algo obvio, muy claro, muy conciso, tanto que resalta bellamente. Lo damos por sentado, porque nos resulta natural, pero en efecto, no hay otra manera, dejaría de llamarse 'caminar'
El otro (Luigi) en su respectivo fragmento de cuya obra apenas voy conociendo (un poema) teoriza; analiza; monta un ensayo, reflexiona acerca del pasear; de su importancia, de su naturaleza primitiva. Fuéramos más como el perro, que camina por caminar, porque no le queda otra, pero no lo hace mecánicamente a comparación de la gente en su mayoría, este siente su caminar, fluye en el.


Lo de Drexler es notable, sobre todo porque lo demás de su obra resulta muy menor, y resulta menos aún a comparación de ese corte en especifico, que claramente termina siendo su obra maestra. Lo de Amara es notable igual, por contundente, por sencillo y por honesto; ahora si que por poético. Como dice Edgar (mas o menos) no hay necesidad de pirotecnia, de odas, de sobre análisis y "poetización" mezquina, obvia, obvia en su mezquindad. Nada sobra en lo de Luigi, es decir: lo poético vive en todo aquello que hemos dejado de contemplar, eso que por sencillo damos por hecho, a pesar que en su sencillez radica su belleza.
¡Sencillo!, no simplón, que hay mucha diferencia.

Al final resulta irrelevante quien (quien sea) haga más, como o por que. Una sola cosa brutal es capaz de abrir las puertas de la inmortalidad, aunque supongo que sí es mejor que permanezcan abiertas por constancia. La cosa pues, es: ambos la han ganado ya (la inmortalidad).
House descubre que la madre de su novia sufre de una afección que le impide detectar el sarcasmo. No es la única.

miércoles, 9 de febrero de 2011

12:55 a.m.

Es tanta mi apatía, que hasta para intentar dormir me hago pendejo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Misfits.


Pinche Nathan chingón.

viernes, 4 de febrero de 2011

Por el culo, culeros.

"Pero nuestra generación sabe ser analógica, por eso sabemos comunicar mejor, desde las nuevas vidrieras digitales . No nacimos con un cable USB en el culo." Dice Hernán Casciari, en esta entrevista acerca de su revista Orsai. No pertenezco a la generación de Casciari, o bueno no sé, quizás sí, pero de de cualquier modo, sé -y me gusta- ser analógico. La contaminación de una técnica con otra, o entre varias, sólo puede producir un arte más puro. Porque diversas técnicas conviviendo juntas bajo la misma obra, resaltan su ADN de vehículo servil a una postura estética -obtenida de una postura ética- determinada ante el mundo.
Hay quienes dentro de esas generaciones (y previas también), claman, mediante cirugías tortuosas pero eficaces y siempre irreversibles, les sea instalado su cable USB por el culo.

Otra cosa, que nosotros, hacemos gratis. No sé si por románticos, o por imbéciles:


jueves, 3 de febrero de 2011

Fuera en fin de semana.

Creo que empacare, comprare una 'pick-up', la llevare hasta L.A.
Encontrare un lugar que mio pueda llamar y tratare de ponerlo en pie. Un nuevo día empezaré.

La mujer en quien pienso ahora, me amo del todo, más deprimido me siento esta vez.
Ella esta muy bien, esta en mi mente, la oigo llamarme.

Mira a este chico solitario, fuera en fin de semana, tratando que valga la pena.
No consigue relacionarlo con alegría, el trata de decir, más no puede comenzar.

Ella tiene retratos en la pared, me hacen mirarlos, desde su gran cama de cobre.
Ahora voy recorriendo la carretera, tratando de permanecer, en algún lugar en su cabeza.

La mujer en quien pienso ahora, me amo del todo, más deprimido me siento esta vez.
Ella esta muy bien, esta en mi mente, la oigo llamarme.


Mira a este chico solitario, fuera en fin de semana, tratando que valga la pena.
No consigue relacionarlo con alegría, el trata de hablar, más no puede comenzar a decir.


Caballo muerto.

Sometimes I feel like I'm beatin' a dead horse
And I don't know why you'd be bringin' me down
I'd like to think that our love's
worth a tad more
It may sound funny but you'd think by now
I'd be smilin'
I guess some things never change
Never change

Nuestra casa...

...es una muy muy muy buena casa, con dos gatos en el patio, la vida solía ser tan difícil, ahora todo es fácil y es por ti.

–Crosby, Stills, Nash, Young.


miércoles, 2 de febrero de 2011

Distraerse es un esfuerzo por no percibir.

Luigi Amara.

martes, 1 de febrero de 2011

Lio.

Cuando Lio llegue al cielo del fútbol -que es cuando los jugadores se retiran- y le pidan los documentos necesarios para ver si puede o no competir para la plaza de "El Mejor Jugador de Fútbol de la Historia", el de Rosario, sólo presentará su pasaporte (es requisito indispensable para ocupar el puesto ser Sudamericano); y con un trocito de nube hará eso, que hace con un balón o unos tacos, y que nos hace sonreír tanto. A él siempre, mucho más.

Lio.

En este tiempo donde la violencia resulta ser lo cotidiano, no se encuentra disidencia más clara que la esperanza. Dice, y dice bien Juan Villoro.
Comentaba el, apenas hace un par de minutos, a través de las bocinas de mi computadora, que hoy día viene siendo mucho más valiente ser "buena onda" que encumbrar lo pesimista y sombrío, que hoy por hoy, termina siendo lugar común, el pan nuestro de cada día.

Ir contra corriente, es la ultima, la única, forma libertad.
En el camp nou actualmente se da una de las formas más bellas del arte. Apunta –bien– también el Necaxista.

Hay aún algo de justicia en el mundo. Cuando uno medita y cae en cuenta que el terremoto en Chile nos lo pudo haber quitado, más no fue así.
Cierto, que necesario que es.