jueves, 28 de junio de 2012

Los promos del IFE todavía rezan que votar es "la única" manera de expresar tu opinión y/o descontento. Hoy por hoy está más que demostrado que eso es una gran mentira.

martes, 26 de junio de 2012

Aquello que se avecina

Para México se avecina algo terrible. El mexicano nació peparado para lo terrible. El mexicano parece geneticamente diseñado para manejarse más eficientemente en circusntancias terribles, es como un pez en el agua cuando se enfrenta a la calamidad. Supongo que los menos ingenuos estaremos por lo menos preparados para caer peleando. Los menos ingenuos sabemos que la pelea es un simbolo, de algo que no ha cambiado desde el momento que nacimos en este país.
Guillermo Sheridan, otra vez, invencible.

lunes, 25 de junio de 2012

Ningen.

La humanidad está alta(y terrible)mente sobre valorada. Nos tenemos en demasiada alta estima como raza sin una verdadera justificación. Eso pienso yo, y no lo catalogo como algo "bueno o malo", simple y firmemente creo que es lo que es, nada más.

lunes, 18 de junio de 2012

Entre tu y yo jamas ha habido... 
Fabio Morábito


Entre tú y yo jamás ha habido
un círculo, aunque sea tenue, de plata
o de oro, una mínima
presión en uno de tus dedos
que le recuerde a tu circulación
que existo. Hay quienes no conciben
que dos se quieran
sin un anillo de por medio.
Confían que no perdura amor
si no lo alumbra un aro.
Los tuyos, con sus historias turbias, me intimidan.
¿Dónde cabría mi anillo en una mano tan completa?
¿Qué añadiría su brillo a tanto imperio?
Mejor dejarte con tus sortijas
entre las cuales
la mía sería una intrusa
y si alguien cree que apenas nos queremos
al ver que nada mío amordaza tus huidas,
que falta el lazo que declare nuestro vínculo,
la argolla que sujeta el barco
y nuestras manos siguen vírgenes, casi ajenas,
mostrémosle, en vez de anillos, las heridas
que desde hace tanto nos hicimos,
las cicatrices que no brillan
porque su resplandor es de otra índole. ~


En Letras Libres.

lunes, 11 de junio de 2012

Las cosas que no cambian

Varios días sin acceso a la más mínima información de lo que sucede en el país -como si lo que sucediera en la polvorienta carretera de un municipio a ocho horas de la capital de Oaxaca, no ocurriera en y al país; porque la única realidad que entiende esta sociedad es, qué duda cabe, lo que pasa exclusivamente en la esfera política y las redes sociales.

Siguen opinando en menos de 140 caracteres, siguen habiendo debates y los discursos varían un grado más o grado menos hacia nuestra ágil civilización de la barbarie.

México le sigue ganando a selecciones que no son selecciones pero ya no más por 11 goles.

No cambia que Lio haga un hat-trick más; se monte al equipo igual que tantas otras veces y materialice un gol de esos que cuando cierre los ojos, me volverá nítido preciso veloz. Como él.

O sí cambian las cosas, porque ahora lo hizo -lo ha venido haciendo-, con la Argentina.


jueves, 7 de junio de 2012

lunes, 4 de junio de 2012

15 de Julio

Me atrevo a decir que no podemos esperar...


Ah, poder ignorar que uno es un imbécil...

Ai se eu te pego, literalmente quiere decir "Yo sí te pego". Es una expresión idiomática brasileña que se traduce como "Yo sí te ligo"; de ligarte a una morra o a un cabrón. Pero ah, como está de moda y México jugó contra Brasil B y le ganó, pues pongamos eso de titular en nuestro periódico, que más que periódico es una máquina de inflar fenómenos de la más dura e irrefutable intrascendencia. O me equivoco y lo saben, y están anclando su chiste en el abuso de la literalidad, y yo no lo pude entender. Como cuando la inteligencia de los locutores de 90.9 se manifiesta y dicen algo como, como... Radiocabeza.


viernes, 1 de junio de 2012

De todas las aduanas que hay entre seguir siendo joven y después ya no serlo, me gusta esa que dice Caparrós en Una luna, donde asegura que, envejecer es irse alejando. Pero otra, que descubrí hoy, es la camisa blanca; menos como signo que como significante de haber dejado atrás la aduana que mantiene los berrinches y sueños mojados de la juventud a raya. Una camisa blanca es toda la diferencia. Pero una que no se deslavará ni se hará de una transparencia fantasmal dejando entre ver los pezones o la figura recortada de la camiseta debajo. Esa camisa que en la perfección de su corte queda como una segunda piel y que combinada con un traje sin corbata o con un pantalón de mezclilla y tenis, arremangada o con los puños cerrados por mancuernillas, nos distinguirá de los años anteriores.

Horas de oficina

Pequeño concierto de escritorio por Wilco.