miércoles, 29 de agosto de 2007

Difícil de explicar (igual a innecesario).

El incrédulo no comprende; confunde complejidad con irracionalidad, improbabilidad con imposibilidad; Juzga sin comprender, buscando fundamentos innecesarios; Sin fe.
Fe no sustituye lógica ni viceversa.
En ocasiones ante la falta de certeza, de fundamento o de lógica, no queda más que tener fe, que no sustituye a las otras, o enmienda las fallas, solo es valor agregado, confianza injustificada. Hay que tener fe… en uno mismo.

Improbable equivale a imposible para quien ha perdido la fe.
Improbable significa esperanza para el que la atesora y alimenta hasta el final.
Lo improbable, aunque lejano, siempre cabe en la posibilidad de convertirse en realidad.

Volver lo improbable algo posible es solo para el que cree: en si mismo, y aun guarda esperanza: en los demás, a pesar de lo irracional, de la falta de fundamento, de lo ilógico que resulta confiar en alguien mas, ahí radica la verdadera fuerza: en el valor que se requiere para poder hacerlo, perder, y volver a intentarlo. Creer en uno mismo, caer, y volver a levantarse, intentar de nuevo sin siquiera haberse sacudido el polvo.

La fe no es para todos.
La fe no es para los débiles.

Fe en la esperanza.
Esperanza en la fe.

“Ayer igual que hoy, lo que amas nunca pierde su color, se regenera, vuelve a ser lo que antes era. Brilla el sol”.

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