Le decía entonces a Juan, que dudaba mucho entre leer algo del libro The Books of Albion, libro que compila todos los escritos de Pete Doherty; sus canciones, su poesía, sus fotos y sus pensamientos. (Es uno de mis poetas favoritos Pete).
O que lo mejor y que me daría tremendo gusto sería que la gente escuchara, algo de Rodrigo Fresán; que, como todo gran escritor, es antes que nada, poeta. Su prosa no es prosa poética; tampoco son poemas en prosa sus libros. Es poesía, bella y dura.
Al final pensé que leer en inglés y luego traducir a Doherty, era francamente un exceso. Y lo que pensaba leer de Fresán, bueno, simplemente era mucho mas inspirador.
Leí un fragmento de Mantra -su magnum opus-, el brutal entre los brutales. Juan, Denise, las chicas de la biblioteca que me conocen dicen que se escuchó re bien lo que había leído. Julio y Rulo estaban cagados. La directora de CONACULTA, que estaba a mi lado y que antes había leído un fragmento de El Laberinto de la Soledad, estaba también, complacida y atenta. Cuando salía yo de la biblioteca, la directora me vio a lo lejos e ignorando a su lame huevos séquito, me grito: ¡hasta luego Mantra!
Terminé de leer, y sí, sí quise llorar de escucharme a Fresán; pero me aguante -estaba en radio, al aire-.
Hoy se fue la luz en mi casa, llevaba 2 horas sin luz, y estaba escuchando el Grace/Wastelands. Cuando volvió, en la versión en línea del diario Pagina 12, me puse a buscar notas relacionadas con el primer gran romance de este siglo: Guardiola.
1 comentario:
me he perdido de mucho
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