jueves, 28 de mayo de 2009

Universo.

 El pasado 23 de abril en la Vasconcelos, para el festejo del día internacional del libro Reactor 105.7 realizó una transmisión desde ahí en forma de maratón de lectura. Uno podía ir a leer un fragmento del libro que más le significara. 
Le decía entonces a Juan, que dudaba mucho entre leer algo del libro The Books of Albion, libro que compila todos los escritos de Pete Doherty; sus canciones, su poesía, sus fotos y sus pensamientos. (Es uno de mis poetas favoritos Pete). 
 O que lo mejor y que me daría tremendo gusto sería que la gente escuchara, algo de Rodrigo Fresán; que, como todo gran escritor, es antes que nada, poeta. Su prosa no es prosa poética; tampoco son poemas en prosa sus libros. Es poesía, bella y dura.
 Al final pensé que leer en inglés y luego traducir a Doherty, era francamente un exceso. Y lo que pensaba leer de Fresán, bueno, simplemente era mucho mas inspirador. 
 Leí un fragmento de Mantra -su magnum opus-, el brutal entre los brutales. Juan, Denise, las chicas de la biblioteca que me conocen dicen que se escuchó re bien lo que había leído. Julio y Rulo estaban cagados. La directora de CONACULTA, que estaba a mi lado y que antes había leído un fragmento de El Laberinto de la Soledad, estaba también, complacida y atenta. Cuando salía yo de la biblioteca, la directora me vio a lo lejos e ignorando a su lame huevos séquito, me grito: ¡hasta luego Mantra! 
 Terminé de leer, y sí, sí quise llorar de escucharme a Fresán; pero me aguante -estaba en radio, al aire-.
 
 Hoy se fue la luz en mi casa, llevaba 2 horas sin luz, y estaba escuchando el Grace/Wastelands. Cuando volvió, en la versión en línea del diario Pagina 12, me puse a buscar notas relacionadas con el primer gran romance de este siglo: Guardiola. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

me he perdido de mucho