A ti.
en esa constricción vulgar que ostentas
al fondo de un teatro guiñol, vivo
de pasado y arrastrado,
por manos de Alcibíades; sabiendo
que se halla a los hilos, no al fondo,
de litros de moda y planes:
¡Ah en ese rayado disco
claro suena de arena, un castillo!
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