Hay un lugar bien oscuro que está dentro de cada uno. Todos lo conocemos, por eso nadie quiere ir.
Podría resultar importante visitarlo de vez en vez, y hacernos una idea de como es; de lo que ahí habita. Enfrentarnos con la posibilidad de caer allí, en ese lugar, y tal vez nunca volver.
Encarar aquello que tememos: De lo que somos capaces.
Solo así –tal vez– podríamos llegar a evitarlo.
Pero quien sabe.
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