jueves, 8 de julio de 2010

A por la Final (como escribieran los españoles).

España es un lugar que a la inversa de México, por ejemplo, es una nación y no un país (el extremo es propio de idiotas). Y su selección opera de la misma manera. Y deviene irónico que ahora que Catalunya no ha podido ser nación, la selección que representa al país donde se ubica, alinea contra Alemania seis jugadores del equipo más importante de esa comunidad autónoma de España. De los seis, cuatro no sólo juegan en el Barcelona, si no que nacieron en ésa ciudad. De los dos que quedan, uno se hizo en La Masía.

Es un asco leerle al Marca, al As y también al País ese desmedido fervor, natural y hasta obligado de quien se piensa compensado. Los diarios que menciono, son particular y risiblemente muy españoles (también algunas televisoras: nomás hay que oír las narraciones españolas, o ver los ridículos al festejar los goles por parte de Camacho).
Sólo escribo que al menos El Gáfico tiene humor. No busca auto-momificarse. (Como también lo hace el Récord.)

Es evidente que Josep Guardiola es quien más ha colaborado para que España sea finalista del mundial. Y ojalá Xavi sea campeón del mundo, porque Xavi es Xavi, gracias a que es Guardiola.

No importa quién gane el domingo, de todos modos gana Holanda: España aspira a ser el Barcelona, el Barcelona de Guardiola es el Barcelona de Cruyff, que quería ser, sí: La Naranja Mecánica.