viernes, 26 de agosto de 2011

Armonía

Una armonía, universalmente hablando, se puede definir como el equilibrio que existe en la medida de las distintas partes de un todo. Se le relaciona con belleza, y musicalmente o estéticamente resulta –por lo general– en transmitirnos, a los humanos, una sensación de serenidad, de tranquilidad, de paz.
Por tanto, lógicamente es fácil asumir que la ausencia de equilibrio nos conduce al caos, a la inestabilidad, y ello al desasosiego, a la intranquilidad.
La fealdad, falta de belleza y estética podemos relacionarlas directamente –por lo mismo– con la falta de armonía, con el caos, todo aquello que nos arrebata la tranquilidad y la paz, por eso resulta común calificar con el sustantivo 'horrible' a los actos de violencia irracional que sacuden la consciencia de toda aquella persona que se tilde de humano.

Falta de equilibrio, en todo nivel, en todo sentido. En síntesis de eso padece mi país; nuestras vidas, nuestros días, nuestro mundo; gira sin control al rededor nuestro, y nosotros en medio, cada uno por su parte, tratando de permanecer en pie, dentro de un monumental tagadá.

Asumimos nuestro rol, y lo cumplimos con gusto, aquellos conscientes de nosotros mismos y de nuestro lugar, asumimos nuestras responsabilidades como hombres, o mujeres, sin quejarnos ni justificarnos, aún cuando en ocasiones la situación va mas allá de nuestro control, sobrevivimos, con singular alegría, a pesar de lo que sucede a nuestro alrededor, disfrutando las pocas alegrías que nuestros días nos brindan...

Para que venga el putito este, el chaparrito de lentes, Felipe Calderón, para dar otro de sus mensajes a la nación, donde no hace más que justificar una y otra vez que no puede con su chamba –que está por demás decir que se entiende lo difícil que debe ser–. Que si el gabacho, que si la corrupción, que si la pinche chingada. Sí, está cabrón, los sobre pasa, son demasiados factores, es entendible, y no habría ningún pedo si lo asumiera como tal, sin desentenderse. En vez de eso, se siente como una queja de alguien que no puede con una responsabilidad que el mismo escogió; haberlo pensado antes de postularse.
No hay excusa alguna cuando es más que evidente que el desmadre se te salio de las manos. No somos niños, y no estamos jugando, entonces alguien tiene que hacerse responsable, porque aunque este equilibrio que hemos perdido parece irrecuperable, no por eso vamos a dejar que se vaya todo a la chingada, no así de fácil.

Tal vez no sea su culpa, pero SÍ es su gobierno el responsable de ponerle solución, para eso resulto "electo".
¿O no? o que.

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