viernes, 7 de marzo de 2008

Natividad.

Primero de Gery, después de Pablo, me llegó un mail acerca de una intervención del artista Guillermo Vargas Habacuc en una galería de arte en Managua. El mail es una cadena que imagino ha sido enviada múltiples veces a múltiples contactos (a destiempo, la pieza es del 2007, aunque también se que nunca es tarde), con el fin de impedir la repetición de la instalación en la Bienal Centroamericana de Arte 2008. No tengo sentimientos encontrados, lo tengo tan claro que lo que me da miedo es lo chato y superfluo de las reflexiones que puedo leer en los correos para justificar la cadena, y como se quiere impedir la instalación.
Pensaba que la instalación (no es una escultura, no es un performance, no es una pintura, no es video, no es fotografía), en realidad es brillante, sin embargo está inconclusa. Un poco del problema es que es arte contemporáneo, y me parece importante contextualizar las situación, por que como dice Gery "lo mismo pasa con la Tauromaquia". No, no es lo mismo y dirigirnos como si lo fuera, me parece lleva a una mentira metida con calzador como verdad. Es Arte de lo que se habla, lo entiendan o no. Dice Benjamin Buchloh acerca de la escultura -pero creo es aplicable al arte contemporáneo en general- que: está ubicada (la escultura) entre las míticas pero a la vez más poderosamente "reales" dimensiones de la industria de la cultura y del espectáculo, el mundo de los "objetos" y "signos" producidos de manera industrial y como tal opera en el campo de la interpelación ideológica". Me parece atinado lo anterior, en el sentido de que la demanda de que no se repita la acción, opera en el campo de la ideología, no de la interpelación, pues nadie cuestiona al galerista, al curador de la Bienal o a los sistemas de producción de arte, si no al artista nada más. No hay interpelación, solo condenación. Lo cual es como primer paso, necesario y obligado, pero no suficiente.
Pienso que funciona como metáfora: El perro los seres humanos; el muro, el letrero, las croquetas la posibilidad de vivir. Las personas que miran la pieza, el puente entre los dos. O quizá estoy equivocado, quizá no tiene nada que ver con eso (habría que establecer una genealogía de la pieza). Pero eso creo es lo relevante del arte a fin de cuentas: es un punto de partida siempre -no un final absoluto-, para poder interpelar, ¡hasta acerca de nosotros mismos!. 
En una de las paredes de la galería está escrito "Eres lo que lees" con comida para perro, en otro punto de la galería está el perro amarrado en una esquina (eso lo hace una instalación). Ahora, no se de arte, ni de sus mecanismos; sin embargo puedo leer, y no solo leer lo que está escrito. Es decir puedo inferir: 
Si en un espacio hay un perro que no ha comido ni tomado agua y en otro hay un letrero construido a base de comida para perro, la articulación entre los dos partes es obvia, pero no por que el perro se alimente de croquetas. Sino por lo que las croquetas están diciendo: Eres lo que lees. Lo que eran, los que leyeron, era la oportunidad de salvar al perro; lo ignoraron y lo mataron, no fue sólo el artista.
Ahora, se que haber intervenido con la obra, es decir quitar la comida de la pared y dársela al perro, o menos -o más, no sé- heroico: llevar comida y agua desde casa y dársela, hubiera implicado la intromisión de autoridades de todo tipo para detener al perpetrador. 
Suele decirse en las esferas artísticas que el artista hace la mitad de la pieza y la sociedad la otra mitad. Por eso creo firmemente que la pieza está inconclusa, se concluirá hasta que alguien salve al siguiente perro, será difícil, traerá consecuencias, habrá quien apoye, habrá quien no. Pero el salvar algo, fuera de nosotros mismos, no nos hace héroes, nos hace seres humanos.
Si no entienden, si no lo llevan más allá, si este blog no les significa más que lo que leen: Sigan mandando cadenas, sigan escogiendo sus batallas desde sus cómodas trincheras detrás de sus computadoras firmando peticiones. Si quieren hacer algo, vayan, alimenten al perro durante lo que dure la Bienal, concluyan la pieza y sálvenlo. Es distinto, por que es una obra de arte, no es salvar ballenas de un barco japonés, nos están dando la oportunidad y el espacio para hacer algo. El arte solo puso en evidencia nuestra deshumanización hacia un perro, lo matamos todos.
Quien me conoce sabe que para mi el Sol sale y se pone con la Hyde, por eso estoy del mismo lado que ustedes. 

Pero yo no voy a escoger mis batallas.

Edgar Yepez Velasco.

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