miércoles, 27 de agosto de 2008

Proceso creativo.

Uno pretende crear, inspirado por otras creaciones, impulsivamente por el impacto sensorial que recibimos de la obra de otros. Y así nos sorprendemos tratando de emular a aquellos que admiramos, mas con las tripas que con habilidad, más con el corazón que con calidad, para darnos cuenta así, de lo lejos que estamos de aquello que por momentos - que pueden durar la eternidad, o unas cuentas semanas - consideramos “obras maestras”.
Resulta duro el golpe de realidad que te grita en plena cara que no eres nadie, y ahí, en pleno momento de nada, y en presencia de nadie, empieza esa cruzada: En contra de todo sentido común, y hasta en contra la misma naturaleza, que, egoísta, que te doto de todo, menos talento... o eso crees.
Pues el humano es necio, y se rehusa a creer, a ver, y a saber; aun sabiendo, que la vara está muy alta, y es probablemente imposible poderla alcanzar; pero entendiendo, que el chiste no es llegar, sino intentar, y que la imposibilidad es probablemente un mito.
¿Hasta donde seremos capaces de llegar? Es una buena pregunta, una que no nos corresponde contestar. ¿Soy capaz de seguir? Es una aun mejor, una que podemos, pero nos cuesta mas trabajo poder responder.
Esfuerzo y trabajo duro: Seguro son parte bien importante de un proceso, pero no lo son mas que la consciencia, y la constancia.
Porque ¿a sabiendas de que es pura mierda lo que se hace, aun se es capaz de llegar hasta el final?
La cosa es que eso de la mierda y del final son cosas bien relativas, que muchas veces ni a mi, ni a nadie, nos corresponde juzgar.
Pues ¿quien nos creemos? o que.

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