Leo ahora una novela de Frédéric Beigbeder, se llama Windows on the World. Trata de lo ocurrido el nueve de septiembre del dos mil uno en Nueva York. Trata de muchas otras cosas también, bien importantes todas. Y con un humor, que la hace -y a él también- brutal.
Le he leído El amor dura tres años y 13, 99 Euros, y aunque también son muy buenos libros, sí Windows on the World es superior; en fin.
(Quizá sea sólo, que este libro tiene mucho que ver con la obra de Vila-Matas, y de ahí mi entero gusto por él).
En el libro, cita a La Broma de Milan Kundera en la que un personaje dice:
"¿Creé que la destrucción puede ser hermosa?"
Y en otra parte dice con un tino olímpico; y una precisión, de sentimientos, que: el acta de nacimiento del siglo XXI está fechada el 9 de septiembre de 2001.
Hoy día le doy la razón. Al dársela también acepto que hoy me duele aquel acto. Me duele, lo que no me había dolido en siete años.
Puede ser que ya no distingo entre literatura y vida. Puede ser.
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