martes, 3 de mayo de 2011

The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford


Brad Pitt es capaz de verse más vampírico que Louis de Pointe du Lac, de tener la mirada más perdida en el futuro que Jeffrey Goines y ser aun más impredecible que Early Grace.
El sábado las mujeres que orbitan el astro de nuestra amistad decían que tenemos una fuerte inclinación a deificar a Brad Pitt. En mi cosmología privada, Brad Pitt es Zeus.
Un tipo que hace largas películas
Western, con un reparto que brilla igual que el actor principal, y que está contada a base de elipsis, no es un tipo de esta época; donde lo que prima es narativas imbéciles y sencillas para el anquilosamiento de la sociedad que las clama y donde imágenes tras imáganes atiborran los ojos para que no se repare en lo endeble de sus historias. Los silencios y las tomas contemplativas de esta película son una suerte de panacea cinematográfica ante la cancerígena y usual oferta de películas.
Lo enaltecemos supongo, porque es advertible en él, aquello mismo que creemos de nosotros: tipos de otra época.

2 comentarios:

Two Of Us. dijo...

En caso que para los griegos la función de un dios fuera la de idealizar algo/alguien a que aspirar o tomar como ejemplo de eso en que secretamente querían convertirse; esa misma función le otorgamos este Aquiles moderno, no por querer ser "guapos" o estar mamados, mucho menos por meterle la verga a Angelina Jolie. Creo que lo nuestro va más por querer lograr con esa misma constancia, integridad y eficacia aquello que se hace, que en su caso logra situarnos en Troya con el, o nos incita a querer derrumbar las instituciones crediticias, o aceptar nuestra muerte con dignidad.
O algo así.

Two Of Us. dijo...

Me parece una salvajada la película, porque desde el título ya estás advertido en qué va a terminar; pero no cómo. El final es una mamada, como le hace saber a Robert Ford que lo está haciendo un cobarde y que ni siquiera se percatará de ello sino hasta años más tarde, en un lago junto a Zooey Deschanel. Y esos silencios... y dejar que el público llene con su inteligencia la historia y sus porqués, se me hace una mamada. Pinche película brutal.
Pero tienes razón, la idealización está en "imitar" su palpable congruencia (y la de los personajes que suele interpretar).