Obsesión

El rombo

Contra el Villarreal, cuarto equipo clasificado la pasada liga y, equipo contendiente en la Champions League, Guardiola alineó Busquets de central, Mascherano y Abidal de laterales, y nada más. Como Cruyff hacía con el Dream Team -hasta que ficharon a Romario-, Pep jugo con un 3-4-3. Keita adelante de los defensas, Thiago e Iniesta a los costados y Cesc de mediapunta. Adelante, Pedro y El niño maravilla de extremos, abriendo como una prostituta las piernas, a los centrales del Villarreal, para que Messi hiciera, lo que siempre hace. Ese día, segunda jornada, pero que por la huelga, era el primer partido de la temporada, el submarino amarillo se pudo comer 8 y no 5.

Anoeta y el Milán

Contra la Real Sociedad de visitante y contra el Milán en Champions de local, Guardiola regresó al 4-3-3 que siempre había usado. Los partidos los empató. Mejor dicho se los empataron. Pero nada tiene que ver con el sistema de juego, sino con esa displicencia, esa abotagada retórica y sobrada arrogancia que le sale a todo Barcelona en un momento u otro. El de la Real Sociedad, es de los peores partidos que ha dado el equipo de Guardiola, aun desde el primer tiempo sobrevolaba insistentemente la sensación de que el campeón iba a perder el encuentro.

Volver al futuro

Contra el Osasuna, luego de una semana en que se hablaba de crisis en Can Barça; que si los jugadores estaban dormidos en sus laureles, que si Busquets es malo como central, que si la defensa tenía un agujero, etc. Se regresó al "rombo"; nada más que ahora sin Alexis ni Iniesta, lesionados. Regresó Puyol al centro de la defensa, Abidal y Mascherano de laterales; Busuqets de contención; Xavi y Thiago a los lados y Fàbregas, otra vez, adelantito. Arriba, Villa en la banda, Messi al centro ¡y Alves de extremo! El Osasuna se comió 8 y no es exageración, pudieron ser 12. Messi puso balones dos en los postes.

Ecuaciones

Xavi + Cesc = Messi

Messi - Cesc= Xavi o Messi - Xavi = Cesc

Messi + Xavi = Maradona

La quinta del '87

Fernando Palomo así le ha apodado a Piqué, Fàbregas y Messi cuando juegan juntos. Porque los tres, nacidos en 1987, se conocen desde La Masía. Y no sólo eso: en aquel entonces eran entrenados por Tito Vilanova.

La plantilla

No existe defensa ni delantera en el Barcelona. Todo el terreno de juego es medio campo. Tienen inscritos a 7 mediocampistas. Una de las cosas más positivas del pasado mundial, fue el descubrimiento de Mesut Özil, el, por mucho, mejor jugador del Real Madrid. Se rumoró todo aquel verano que tanto el Barça como el Madrid lo querían. Razones no faltan: es un mediocampista que genera muchísimo futbol; que Mourinho no lo tenga de titular indiscutible dice mucho de lo que pretende el portugués, al mismo tiempo que dice en cuál equipo debió haber terminado Özil. Sin embargo, no lo ficharon, porque el Barcelona buscaba traer de vuelta al hijo pródigo. Costara lo que costara.

Cesc

Se dice que el proceso de adaptación de Fàbregas al Barcelona ha sido inmediato. Que aunque dejó el Barcelona hace ocho años, en realidad nunca dejó de jugar en el equipo condal. La prueba es, supongo, que en cuatro partidos lleva cuatro goles; y dos Supercopas.

Si Xavi e Iniesta sirven perfectamente de metáfora para tándems inolvidables por lo compenetrados, eficaces y entrañables que son, otro tanto se podría decir de la pareja Messi-Cesc. Son una danza telequinética, aparecen y desaparecen, no se desmarcan; se presienten. En los mismos cuatro partidos entre los dos llevan 10 goles. Y también entre los dos llevan casi el mismo número de asistencias.

Fichaje

Lo de Javier Mascherano no tiene nombre. Ya no juega de cinco, porque están lesionados algunos defensas y porque en esa posición hay un campeón del mundo, que dos años antes de serlo jugaba en el Barça B dirigido por Guardiola. Sabella debería alinearlo en la Argentina como central y darle de vuelta la capitanía. Impecable en la cancha, fuera de ella es aún mejor: