lunes, 11 de febrero de 2008

Dile que es como una frase de Julio Martínez Ríos.

No los usas a la cadera, no son ajustados. No veo campanas y tampoco hay bisutería. Extrañamente los talones están intactos. No hay pliegues reforzados con un cambio de tono. ¿Son 528, 29? Descoloridos y gastados; por el uso y no por la conveniencia.  Los entiendes como medio, y el fin mientras te observo, es ese molesto desdén con que los usas. Son todo lo que hoy nada es, son diferentes. Y son como los míos; no puedo dejar de mirar. Lo haces y no sabes: es un reflejo de quien eres, es una extensión de ti. El pantalón dice más que tu articulación del lenguaje  y tu extraña sonrisa. Lo encantador -para ti- es lo extraño de saber esto. Con estos ojos veo y, he visto quien eres.
(Que bueno que no se lo dije).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aww, yo digo que si se lo hubieras dicho!! Pero bueno, ya será para la próxima.