viernes, 15 de octubre de 2010

Debieron llamate Laika...

Como a la perrita cosmonauta; y lanzarte al espacio, con la mera intención de deshacerte de ti. Por el bien de nadie mas que el propio, hartos de tu presencia, de tu cercanía y lo que esta representa para los demás: fracaso.
Pero regresaste –¿o nunca te fuiste?–, y aquí permaneces para recordarnos lo miserables que somos, que nos hacemos... y gracias por eso. Bendita seas, pinche perra estúpida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me caga, me exaspera y me produce una envidia y coraje enormes y terribles, que esto que posteaste ni se me ocurrió, ni se me habría podido ocurrir...