"Goles suenan a la distancia" cantaba Gustavo Cerati –hoy impedido de sus facultades– en medio de un himno que poco tiene que ver con el fútbol, a la vez que mucho, como todo en esta vida.
No puedo saber en especifico que relación habrá hilado él, al componer primavera 0, entre los goles y el abandono, o una relación personal, o lo que quiera que sea que estuviera pensando en aquel tiempo; al final solo el sabe que sentía o a que se refería al escribir la letra.
Eso si, puedo interpretar (o mal interpretar) o imaginar claramente algo que para mi tenga sentido.
Me gusta esta idea que tengo al respecto, de que paralelamente a los acontecimientos de nuestras vidas vienen acompañados de goles, de acontecimientos futbolísticos que marcan y ayudan a temporizar épocas de nuestras propias –miserables– existencias. Como una mala campaña del Club acompaña aquel pésimo o doloroso año que tuvimos, o al contrario, lo contrasta Cuauhtémoc Blanco haciendo pedazos a Brasil en la final de la copa confederaciones en el Azteca comparado con esa debacle sentimental sucediendo al mismo tiempo.
Y así van marcando 'goles que suenan a la distancia' como banderillas episodios de nuestras vidas, como las canciones, pero de distinta manera.
Entonces no podremos desligar ciertos pasajes de la mitología personal con estos sucesos futbolísticos en especifico que se van acompañando como parte de una misma era.
Entiendo, obviamente, que a aquellas personas que no simpatizan con el mencionado deporte no compartirán el sentir al respecto; y aun así, sin quererlo, en algún momento probablemente no podrán evitar recordaran algún momento de sus vidas asociándolo con un gol, aunque no por gusto seguramente. Es una posibilidad.
Este año, el 2010, para muchos mexicanos, inevitablemente va a quedar permeado por recuerdos fondeados con los goles de Javier Hernández. A lo largo del año la gente terminará relacionando: nacimientos, rupturas, muertes, risas, excesos, personas, miedos y más, con goles de 'El Chicharito'.
Y pareciera que esta relación tendrá una larga vida; la que la suya o las nuestras dure por lo menos; o eso parece... ya veremos.
Goles seguirán sonando a la distancia, no tan distante.
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