lunes, 7 de marzo de 2011

No vayas por ese camino...

Como se me ha hecho costumbre con los primeros sencillos de un disco nuevo de los Strokes me cuesta trabajo de primera oída. Por un momento (momento que dura muy poco) me generan insatisfacción. Tras ir conviviendo y conociendo más de la canción, como con una chica que en un principio poco te entusiasma, conversando y familiarizándote, con el paso del tiempo poco a poco te vas enamorando, y de repente zas, ya estas enculado. Así me pasa con los sencillos de los Strokes.
Aquella emoción que Julian Casablancas transmite en todas y cada una de sus tomas de voz refleja la emoción de toda una generación, emoción de la que casi toda la "escena del rock" carece posterior a ellos.


Bajo el cobijo de la obscuridad, que bello titulo.

2 comentarios:

Two Of Us. dijo...

Yo, como hoja de papel contra el viento, tiemblo siempre que escucho a Julian en vivo. Su voz está a medio camino entre el canto y el grito (de rabia).
Tengo un chingo de ganodos de verlos.

Two Of Us. dijo...

Es que justo eso es lo que lo hace un cantante tan brutal, ese estilo a la mitad que tiene ya tan dominado le da un color que, a diferencia de un Kurt Cobain, o Craig Nicols de los Vines, o al vocalista de ese tipo que quieras lo hace resaltar y lo mete en una categoría nueva,una que el inventó. Me remite al terciopelo su voz, esta cosa con textura tan distintiva y agradable, sin llegar a ser papel de lija.