jueves, 18 de diciembre de 2008

Fragmento siete.

...Mientras empacaba mis cosas -como quien empaca a sabiendas de que nunca va a volver- me acordaba; primero: de aquello que no debía olvidar, de aquello que debía olvidar también, y de la chica del metro.

Durante ese periodo de año y medio, mas menos -mi relación mas consistente- diariamente me levante temprano, animoso, me arreglaba, cuidadosamente, tardaba mas de lo que comúnmente lo hacia, por lo mismo me despertaba mas temprano de lo que acostumbraba hasta ese momento, de buena gana, sabiendo que la iba a ver.
Siempre en el mismo vagón, a la misma hora, puntual, arribaba aquella víbora naranja, yo contaba -uno, dos, tres, cuatro, cinco- abordaba.
La ubicaba con la mirada casi inmediatamente, casi sin esfuerzo, sin buscar, resaltaba tanto entre toda la demás gente, no por algo en particular, algún atributo especial, no físico en ese caso. Entonces me posicionaba cerca, esperando el momento en que un asiento se desocupara, uno preciso, uno que me permitiera verla bien, y ella a mi.

Pasaron así meses, día tras día, la misma rutina, la cita perfecta.
Ella igual ataviada en sus mejores galas, muy arreglada, ¿por el trabajo tal vez? yo estoy seguro que lo hacia por mi.
Así durante diez estaciones nos contemplábamos, a veces nos sonreíamos, así hasta llegar a la estación Coyoacán, donde ella abandonaba de la manera mas abrupta posible, con la promesa de otro día.
Se despedía sin despedirse, me miraba sin mirar.

La ultima vez que la vi salir por esas puertas en mi -ahora- viejo walkman de sony sonaba Starman, del álbum The rise and fall of ziggy stardust and the spiders from mars. “Then the loud sound did seem to fade a ade. Came back like a slow voice on a wave of phase ha hase .That weren't no D.J. that was hazy cosmic jive”. Decía Bowie, y después un biiiiiiiip y el golpe de las puertas cerrandose tras ella. Tras su melena castaño oscuro. Tras su perfecto culo con forma de corazón.
Después... pista 5: It ain’t easy.

Año y medio, mas menos, y jamas nos dirigimos una sola palabra.
No hacia falta...

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