Pareciera que el país –México– cada día se parece mas al Baltimore retratado en The Wire. A las ultimas temporadas sobre todo: donde se enfatiza la escasez de un código, la falta de valores, hablando especialmente del crimen organizado; porque hasta entre aquellos involucrados se reconoce cuando el respeto y el honor se han perdido.
La distancia en la comparación acrecienta cuando uno se pregunta si habrán aún por ahí en el territorio personajes dispuestos a jugar su papel, y a jugarse el pellejo para cumplirlo, aún a costa de sus vidas, porque alguien tiene que hacerlo. No es necesario tener que llegar a los niveles de un Batman como el que nos pinta “El caballero oscuro”, se puede ser bien un McNulty, un Omar, un Prop. Joe, un Coronel Daniels, o hasta un Bubbles, todos dispuestos para hacer lo suyo, porque se tiene que hacer. El pedo de este país, que más bien gobiernan cual ciudad gringa, es que todos quieren ser un puto Marlo Stanfield.
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