Vía el puerco de guerra comparto esta historia.
Un mexicano viviendo en Japón descubre la penosa (dolosa) manipulación efectuada en las traducciones hechas por TV Azteca a las declaraciones hechas por japoneses con respecto la catástrofe que les aqueja.
Y así en general, nos creen pendejos... en parte lo somos, por permitirles pasar por encima de nosotros.
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