Hace unas pocas semanas estuve espalda a espalda con Lee Ranaldo de Sonic Youth. Según decía una locutora de radio –muy segura de sus palabras– cuando te encuentras a alguien que admiras es inevitable y cuasi-obligatorio ir y tomarte la reglamentaria foto y cruzar dos que tres palabras con el/ella. Yo discrepo. Y al final no creo que este bien o mal hacerlo; como ya he expresado alguna otra vez, a mi me saca de onda la irracionalidad que genera cierto tipo de fanatismo, entiendo que a veces es molesto para el abordado, dependiendo de la circunstancia un entusiasta puede llegar a ser inoportuno, y por mucho que haya gente que argumente el clásico "pues el artista se debe a su publico, es parte de su chamba", si, es cierto, pero también es persona y tiene derecho a sentirse molesto, cansado o incomodo, por lo mismo yo hace muchos años (y es una cuestión personal, insisto) deje de intentar acercarme o abordar personas que admiro.
No es cosa de pena, varias veces en mi temprana juventud lo hice, pedí el autógrafo, o la foto, pero después de un par de veces caí en cuenta ¿Que puedo querer platicar con esa persona tan relevante como para interrumpir o importunar? a mi ni a esa persona nos sirve de nada que llegue a expresarle mi admiración y ya, tampoco sabría elaborar el tipo de conversación que me gustaría porque la circunstancia y el contexto no lo amerita, además que, como con cualquier persona, sea quien sea, no sabría de que hablar, entonces desistí de hacerlo.
Una foto tampoco me sirve de nada ¿Para que quiero una foto haciendo el teatro de que conozco a la persona con la que estoy en ella? Nos conocimos, pero no. En realidad no conozco a la persona, pude haberle dado la mano y tener una foto de los dos juntos, eso no significa que la conozco. Entonces, como con cualquier persona, porque creer que hice realmente conexión con alguien cuando es más bien una mentira, pero a mi eso me pasa con cualquier gente en cualquier situación, y el punto es un poco ese:
La admiración que puedo sentir por alguien esta fundamentada en un profundo respeto, razón de más para tratarlo como ese que en principio es; una persona; yo lo agradecería. Ese es mi razonamiento, se que muchos no compartirán, lo cual está muy bien.
Yo soy guitarrista (o eso intento) y aunque no se refleje nada en mis canciones Sonic Youth es una de las cosas que más influencia han tenido en lo que hago casi desde el principio, tal vez se refleje más en mi manera de tocar más que en el estilo. Lo que Thurston Moore y Lee Ranaldo hacen con sus guitarras me ha enseñado muchísimo a través de los años. Por suerte nunca ha sido mi intención imitarlos (aunque en alguna canción los he plagiado descaradamente, jaja) más aprendí a no fijarme limites en cuanto a lo que puedo o quiero hacer. Entendí que puedo hacer lo que se me de la gana, que mientras haya una emoción empujando la expresión de lo que salga de la guitarra estoy siendo honesto, y eso se refleja, y la gente recibe ese mensaje, además de que como autodidacta, el saber que, por lo menos Thurston lo fue, me sirvió mucho de inspiración –sobre todo al principio– para no dejar de intentar, a pesar de los lógicos fracasos de un principiante.
Entonces... estaba yo en la entrada del Polyforum Siqueiros junto a la mercancía del evento con Sergio y su cuate Gunter, de repente me di cuenta que a mi espaldas había un señor con el cabello todo cano. Eso me llamo la atención y voltee para verlo bien, y era Lee Ranaldo. Platicaba con alguien y de vez en vez se acercaba gente a tomarse fotos con el. Más que otra cosa se me hacia rarísimo estar tan cerca de el, jamás había concebido la posibilidad de dicho evento hasta entonces. Nuestras espaldas se rozaron un poco de hecho. Me costo trabajo asimilar que estaba ahí junto a una de las personas de las que más he aprendido sobre música y como tocar la guitarra, y el ni siquiera lo sabe, ni le interesa. No sabe que fui solo a verlos la primera vez que vinieron al Circo Volador, que cerraron el metro Jamaica y tuve que caminar hasta Chabacano para poder llegar al toreo y agarrar un camión a mi casa. No sabe que literalmente después de esa noche mi vida fue otra.
Lo mire ese rato, tomarse fotos con desconocidos mientras tomaba algo dentro de un vaso de plástico rojo. Luego se fue.
También estaba Paco Huidobro, otra persona que admiro y respeto enormemente, pero al el ya lo he visto ir y venir enfrente de mi muchas veces. Me pregunto si el admirara a Lee Ranaldo, y de ser así si habrá intentado hablar con el. Según yo le paso junto y se le quedo viendo un rato también, hasta que se fue.
Más tarde ese señor del cabello blanco ejecuto maravillosamente canciones de su disco solista, Steve Shelly batería de Sonic Youth también lo acompañaba como parte de su banda. Lastima del sonido que era terrible, muchos de los brillantes detalles de sus guitarras se perdieron por culpa de eso.
Le tome una foto con el iPod (si, ya se jaja, solo fue una) desde donde estaba, no tan lejos, con el mural "La Marcha de la Humanidad' de Siqueiros a sus espaldas.
Entonces no, no creo que sea imperante ni una obligación ir y entablar contacto con alguna persona que admires cada que tengas la oportunidad, es una opción, como todo en la vida, no esta bien ni mal, es una decisión.
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