Somos una raza mezquina, mediocre y perversa; no se con que jeta nos atrevemos a quejarnos de las cosas que nos pasan, no son más que el claro reflejo de que mi primera afirmación es verdad. No merecemos misericordia, ni redención, merecemos ser exterminados.
El reto final: Demostrar lo contrario.
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