lunes, 21 de febrero de 2011

El extraño caso de Bizcayart y RLS

Ver la semana pasada un partido del Barcelona en televisión fue relajante, tranquilizador y lleno de paz. (El partido por el contrario, fue un cúmulo de estrés, el alfiler de la angustia, milímetro a milímetro penetrando uno de mis ojos, mientras impávido y atado por la desesperación veía como Messi jugaba su peor partido y el Barça era derrotado -digan lo que digan, se publique lo que se publique, etc.- sólo por el Barcelona.) Verlo en televisión me aseguraba que no se fuera a caer el link que lo transmitía en mi ordenador, que no tuviera que sufrir un chiste gallego disfrazado de narración española de fútbol, que el severo retraso mental de mi ordenador inoportunamente se manifestara para relentizar el fútbol del Barcelona, al grado de que jugara a la velocidad del Tri, etc.
Pero todo tiene su precio, y el que tuve que pagar por esa seguridad de la transmisión fue altísimo: sufrir la imbecilidad de Christian Martinoli y, la limitada capacidad para transmitir sus análisis -y creo también limitados los mismos- de Luis García. Ver partidos del Barcelona en internet, me ha abierto las puertas a narraciones y análisis sudamericanos, inteligentes, irónicos, llenos de humor, y sobre todo respetuosas con quien más sabe de fútbol: el aficionado. ¿Cómo? Narrándole como si se tratara de una disertación filosófica sobre moral; o una exposición de cómo es el espín en una partícula sub atómica. Prefiero que me narre los partidos Fernando Palomo; que los analice Eduardo Bizcayart, que el par de idiotas que he mencionado.

Todo esto porque Bizcayart, decía para comenzar su análisis del Barcelona el día del 5-0 al Betis: "no se es crack porque tu rival no sepa qué es lo que harás para vencerlo; se se crack porque a pesar de que sabe qué y cómo harás para vencerlo, no lo podrá evitar..."

Pensaba en esto hoy que durante el día, leí de cabo a rabo como se dice, Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde. Pero en español :(. Y aunque es re contra sabido de qué trata el libro, no puedes no sorprenderte cuando lo lees. Es imposible aun sabiendo la historia, o el argumento, no quedar boquiabierto en su lectura, como si jamás hubieras sabido de ella, o él. Así de grande es la maestría de Robert Louis Stevenson. Es un libro que hoy, des alineó mi manera de entenderme, y de entender lo que está fuera de mí. Es como si lo que a Freud le tomo varios libros, estuviera desde antes en ese centenar de hojas de Stevenson. El último apartado del libro titulado "Declaración completa de Henry Jekyll sobre el caso", según yo es un ensayo.
Es crack Robert Louis Stevenson, en la acepción de Bizcayart: sabes de qué va el libro y cómo sucederá todo, pero no podrás evitar ser sorprendido y modificado por él.




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